viernes, 24 de junio de 2011

Publicación metacognitiva. Producto 15


La narrativa nos ofrece la posibilidad de generar un ambiente de aprendizaje, que pueda llevará al alumno al razonamiento de la historia en la medida que establezcamos una coherencia y causalidad entre los hechos, y presentemos cierta flexibilidad en el alumno de la comprensión de la realidad, lo que traerá como beneficio el reconocimiento de los alumnos de los acontecimientos históricos, a través de esta narrativas rescaten la verdad histórica enmarcada en bellas narraciones que le dan sentido a las cosas.
No podemos decir que se trata de contar cualquier historia o simplificar la historia, sino de escribir historias construidas bajo una problemática. Hay que hacer comprensible un proceso histórico, teniendo muy claro los aprendizajes esperados del programa que se pretenden alcanzar. Como dice Mc Ewan y Egan Kieran, la narrativa “nos ayuda a interpretar nuevas ideas y a integrarlas a nuestro repertorio de imágenes y sentimientos conocidos, dramatizando sus significados y relaciones”, esto nos ayudara en el aula a darle sentido a los pasajes históricos y al aprendizaje de la historia.

Recordemos  que al estudiar  es necesario tomar en consideración no sólo la naturaleza del proceso cognitivo del niño, sino también la naturaleza del saber que se está intentando comunicar desde ese conocimiento, para poder  cumplir con la función social que nos han encomendado y que nos hace responsable de los aprendizajes de nuestros alumnos.

De acuerdo con el nuevo enfoque por  competencias es vital que el alumno este preparado para la “resolución de problemas concretos” por lo que los conocimientos, habilidades y actitudes  que se ponen en marcha para resolver problemas específicos, son los que harán la diferencia a la hora de promoverse al siguiente ciclo escolar.

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